Cómo evitar el exceso de accesorios y cajas en la organización

A veces empezamos a organizar con toda la ilusión… y terminamos con más cajas que antes. ¿Te suena? Comprar organizadores sin planificar puede convertir el orden en acumulación disfrazada. 

Aprende a organizar de forma funcional y consciente, evitando que los accesorios se conviertan en otro desorden más.

1. No compremos antes de ordenar

Es fácil dejarse llevar por las cestas bonitas o las cajas a juego, pero la realidad es que el orden no empieza en la tienda, sino en casa. Primero vaciamos, depuramos y analizamos lo que tenemos. Solo después sabremos qué tipo de accesorios nos hacen falta… si es que hace falta alguno.

No por tener más organizadores, la casa estará más ordenada. Antes de añadir cestas, revisamos si realmente hay algo que podemos eliminar o colocar de otra forma. Muchas veces los organizadores ocupan espacio o limitan su uso, sin dar opción total a los objetos que tenemos que almacenar. 

2. Cajas accesibles

Si guardamos los elementos en cajas apiladas (sin etiquetar) o en lugares inaccesibles, lo que estamos creando son zonas muertas. 

El objetivo de los organizadores es categorizar y que las cosas sean fáciles de ver, usar y guardar. Para los objetos de uso frecuente es importante que las cajas sean visibles, que no tengan tapa desde arriba o que estén bien etiquetadas. Si debemos quitar cajas apiladas para coger un objeto de uso terminaremos o por no usarlo, o por usarlo y no guardarlo. 

Además, debemos agrupar las cajas con criterio y que cada caja tenga una función. Sino las cajas se convierten en lugares de almacenaje aleatorio y cajas de “por si acaso”

3. Busca organizadores versátiles

Un buen organizador sirve para varios usos y se adapta al espacio. Salvo que en nuestra vivienda prime la estética, la recomendación es antes de comprar accesorios, revisar si podemos reutilizar lo que ya tenemos: cajas de zapatos bonitas, botes de cristal, organizadores de papelería para otras funciones, etc.

Hay que ser conscientes que la existencia de cajas u organizadores no soluciona el desorden si no se cambian los hábitos.Los organizadores son herramientas que nos ayudan a que lo consigamos. 

Organizar no es almacenar. El objetivo no es tener más cajas, sino tener menos cosas y mejor ubicadas. Si elegimos bien lo que entra en casa y lo que se queda, no necesitaremos llenar estanterías de accesorios innecesarios.

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