La importancia de cuidar el orden es los espacios compartidos del hogar
La mayoría de personas viven compartiendo vivienda (pareja, hijos, padres, compañeros, etc.) y siempre supone un desafío la organización de los espacios, los hábitos y tareas.
Es importante partir de una comunicación para conocer las diferencias en hábitos y expectativas de cada uno, para poder establecer patrones y dinámicas. Un espacio ordenado puede reducir conflictos y mejorar la convivencia.
1. Define zonas comunes y espacios personales
En una vivienda la mayoría de las zonas son espacios comunes para todas las personas de la casa, por eso es vital que todas formen parte de las rutinas que hay que realizar para mantenerlas limpias y ordenadas.
Además, es importante que cada persona cuente con algún lugar propio para sus cosas. Puede ser por ejemplo en un armario de matrimonio, donde cada uno tiene su parte, se debe respetar que cada uno puede tener un grado diferente de orden. También puede ser que alguien necesite su propio espacio para algún hobbie, deporte, afición, etc.
Siempre que se mantenga el orden, en mayor o menor medida, y no interfiera en el espacio de otros o en la dinámica general de la vivienda, es bueno contar con un espacio (armario, cajón, zona, etc) de uso personal.
2. Crea sistemas de almacenamiento compartido
Todas las personas que viven en la misma casa deben entender la dinámica y situación de los elementos, tanto para encontrarlos y usarlos, como para devolverlos correctamente a su sitio. Las etiquetas pueden ayudar a identificar zonas o elementos.
Además es importante entender que el orden lógico de uno mismo no es el orden que tienen todos. Se debe ser lo más objetivo posible para colocar todo con sentido.
En caso de las viviendas compartidas con personas que no forman parte del núcleo familiar, si es recomendado asignar zonas concretas para cada uno bien identificadas (estantes de la nevera, muebles del baño, cajones del salón, etc.).
3. Establece rutinas
Si cada persona es capaz de devolver a su sitio lo que ha ido usando durante el día, serán muy pocas las cosas que queden por medio al final del día. Usando los últimos minutos del día para devolver todo a su sitio, será una manera de dormir más tranquilos, con sensación de bienestar y despertarse sin una carga mental extra.
El orden depende de todos y no es favorable que recaiga en solo algunas personas de la vivienda. Por un lado, sobrecarga a la persona que se encarga y le hace parecer que mantener el orden es una tarea pesada y continua. Por otro lado, la persona que encuentra todo recogido día tras día no valora el esfuerzo que supone y siempre va a mantener patrones de desorden.
4. Un error común
La tendencia es acumular objetos sin consultar. Cada uno va guardado de sus propias pertenencias “por si” y también va guardando cosas genéricas de la casa. Esto hace que con el pasar de los meses los cajones, armarios o trasteros se llenen de objetos que no usamos, ni sabemos si volveremos a usar.
Hacer un mantenimiento regular y anual de este tipo de objetos nos llevará a mejorar el espacio útil en nuestras casas y crear una vivienda en armonía.